11 agosto 2008

...ya he leído: Nocilla Experience, de Agustín Fernández Mallo



Sinopsis
Nocilla Experience es un caleidoscopio ficcional, donde cabe todo menos el sopor, incluso las enseñanzas de un código samurái, sin olvidar las andanzas de un elenco de protagonistas con rarezas de primera magnitud que no son más que la expresión de su radical soledad. Un libro con muchos ecos: de la literatura de Perèc al cine de Jarmusch, pasando por Coppola.
«El mundo se rige por el azar de un parchís, no por las mecánicas leyes del ajedrez.»


Comentario
Dos han sido las razones de mi llegada a Nocilla Experience: 1. el comentario sobre Nocilla Dream de Oriol Quiles en LH Jazz Club, donde afirma sin problema "El problema es que no entendí nada del libro, como me pasa con el videoarte". 2. Nocilla experience llegó entre las últimas novedades de la biblioteca de este verano.
Me parece que se trata de esas propuestas en las que los lectores debemos de sentirnos satisfechos cuando nos reconocemos en alguna de las numerosas referencias socio-culturales de nos ofrece el autor: escritores, cantantes, películas y directores de cine, estados del Caucáso, la ciudad de Basora y objetos (o sujetos) propios de la sociedad occidental tal que los discos duros de los PCs, las videoconsolas, las cajas de cereales, Jimi Hendrix, las deportivas Converse y el eslogan Nike, Just Do it, las ferias de arte contemporáneo, las bolsas de Zara, las perlas Majorica, la Vespa 75 cc y, por lo visto, la Guía agrícola de Philips, entre otras... Cuando no locos de contento y estupor por entender una de las viñetas científicas.
El problema es que a mí me gusta disfrutar un poco más cuando leo... me gusta que la narrativa me proponga algo más que guiños algo mordaces... y lo del azar en el parchís sigo sin entenderlo (como oposición al ajedrez, se entiende); las referencias de sentido histórico me parecen pobres y algo trilladas; resulta muy freak lo del capítulo 64 sobre las caras de Bélmez; no tengo ni idea de qué es un isótopo ni de la teoria de la relatividad (pero sé quien es Einstein!) y me parece cruel el desamparo en que el autor deja a los dos niños del oleoducto después de haberlos hecho comer una cápsula bicolor de Iodine-125 Radioctive (ah, sí, que en la ex URSS es el ejemplo de los horrores nucleares!!) ... aunque acaben por llegar a una isla del Mediterráneo.

En todo caso, entiendo que Nocilla Experience constituye un insteresante collage narrativo realizado por partes propias del variopinto espacio formativo-cultural de su autor... y es remarcable el acoplamiento de los relatos que ofrece el "Epílogo" al conjunto de la obra. Resulta muy emotivo el momento en que los dos personajes finales, Jack y Chicho, se encuentran en esa caravana de la ciudad de Pasadena.

Por lo que me he alegrado al leer en el canal Proyecto Nocilla de Youtube: "Más que novelas, Nocilla Dream y Nocilla Experience son cada una el principio de muchas novelas hábilmente ensambladas con material documental y propio en una sólida e inesperada docuficción, que opta por la descripción directa de acontecimientos mínimos y le debe mucho a proyectos vanguardistas como el de París de Walter Benjamín (dónde seguramente, ya en los años treinta, se inventa el zapping literario). [...]" Y animo a Agustín a que se proponga escribir YA una novela en el sentido más estándar con su principio, nudo y desenlace... (bueno, igual no será necesaria tanta ortodoxia, pero ya nos entendemos...) y deje de hacer el "principio de muchas novelas" para acabar una al cien por cien.
¡¡Qué difícil debe ser explicar de forma íntegra una buena historia!!

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